lunes, 17 de febrero de 2014

Adieu / Adiós

Tu ris si mal, tu ris de vide
Des tâches de vin sur ta chemise
Qui a deux boutons éclatés
Sur ton corps qui me repoussait
Tu fais l’amour en deux poussées
L'amant, le manque et la tournée
Et pendant que tu t’articules
Moi je soupire et toi, tu meurs

Menaces de partir
Parce que je hurle
Quand tu chantes tes souvenirs
Eh bien chéri
Prends donc la porte
Car tu sais que plus rien ne me va

Mais dis moi adieu demain
Mais dis moi adieu en chemin
Va voir les autres, je n’en pense rien
Je t’ai aimé et je t’assure que c’est la fin

Crois-tu pouvoir enfin me dire
Que tu veux bien qu’on reste amis
Non c’est gentil, ça va comme ça
Des amis j’en ai plein déjà
Je n’aurai donc plus à t’entendre
Rentrer la nuit quand j’attends l’aube
Qui arrive en poussant les heures
Moi je me lève et toi, tu meurs

Menaces de partir
Parce que je hurle
Quand tu chantes tes souvenirs
Eh bien chéri
Prends donc la porte
Car tu sais que plus rien ne me va

Mais dis moi adieu demain
Mais dis moi adieu en chemin
Va voir les autres, je n’en pense rien
Je t’ai aimé et je t’assure que c’est la fin

Mais dis moi adieu demain
Mais dis moi adieu en chemin
Va voir les autres, je n’en pense rien
Je t’ai aimé et je t’assure que c’est la fin.

Te ríes tan mal, tu sonrisa esta vacía
Hay unas manchas de vino sobre tu camisa
Quien tiene dos botones desprendidos
En tu cuerpo que me repelía
Haces el amor en dos frentes
El amante, la ausencia y el retorno
Y mientras tratas de hablar
Yo, yo suspiro y tu, tu mueres

Amenazas de irte
Porque yo grito
Cuando tu cantas tus remembranzas
Y bien querido
Vete por la puerta
Pues sabes que ya no soporto nada más

Pero dime adiós mañana
Pero dime adiós en el camino
Ve a ver a las otras, ya no pienso más en ello
Te amé y te aseguro que este es el final

Crees que al fin me puedes decir
Que quieres que seamos amigos
No, muy amable, estoy bien así
De amigos ya tengo suficientes
Por tanto ya no hay más porque atenderte
Sería regresar a la noche, cuando yo espero el amanecer
Que llega empujando las horas
Yo, yo me levanto y tu, tu mueres

Amenazas de irte
Porque yo grito
Cuando tu cantas tus remembranzas
Y bien querido
Vete por la puerta
Pues sabes que ya no soporto nada más

Pero dime adiós mañana
Pero dime adiós en el camino
Ve a ver a las otras, ya no pienso más en ello
Te amé y te aseguro que este es el final

Pero dime adiós mañana
Pero dime adiós en el camino
Ve a ver a las otras, ya no pienso más en ello
Te amé y te aseguro que este es el final.


Coeur de Pirate


domingo, 16 de febrero de 2014

Nocturno a Rosario

Pues bien, yo necesito
decirte que te adoro,
decirte que te quiero
con todo el corazón;
que es mucho lo que sufro,
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto,
y al grito que te imploro
te imploro y te hablo en nombre
de mi última ilusión.
De noche cuando pongo
mis sienes en la almohada,
y hacia otro mundo quiero
mi espíritu volver,
camino mucho, mucho
y al fin de la jornada
las formas de mi madre
se pierden en la nada,
y tú de nuevo vuelves
en mi alma a aparecer.
Comprendo que tus besos
jamás han de ser míos;
comprendo que en tus ojos
no me he de ver jamás;
y te amo, y en mis locos
y ardientes desvaríos
bendigo tus desdenes,
adoro tus desvíos,
y en vez de amarte menos
te quiero mucho más.
A veces pienso en darte
mi eterna despedida,
borrarte en mis recuerdos
y huir de esta pasión;
mas si es en vano todo
y mi alma no te olvida,
¡qué quieres tú que yo haga
pedazo de mi vida;
qué quieres tú que yo haga
con este corazón!
Y luego que ya estaba?
concluido el santuario,
la lámpara encendida
tu velo en el altar,
el sol de la mañana
detrás del campanario,
chispeando las antorchas,
humeando el incensario,
y abierta allá a lo lejos
la puerta del hogar...
Yo quiero que tú sepas
que ya hace muchos días
estoy enfermo y pálido
de tanto no dormir;
que ya se han muerto todas
las esperanzas mías;
que están mis noches negras,
tan negras y sombrías
que ya no sé ni dónde
se alzaba el porvenir.
¡Que hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo.
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tú siempre enamorada,
yo siempre satisfecho,
los dos, un alma sola,
los dos, un solo pecho,
y en medio de nosotros
mi madre como un Díos!
¡Figúrate qué hermosas
las horas de la vida!
¡Qué dulce y bello el viaje
por una tierra así!
Y yo soñaba en eso,
mi santa prometida,
y al delirar en eso
con alma estremecida,
pensaba yo en ser bueno
por ti, no más por ti.
Bien sabe Díos que ése era
mi más hermoso sueño,
mi afán y mi esperanza,
mi dicha y mi placer;
¡bien sabe Díos que en nada
cifraba yo mi empeño,
sino en amarte mucho
en el hogar risueño
que me envolvió en sus besos
cuando me vio nacer!
Esa era mi esperanza...
mas ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡adiós por la última vez,
amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas,
la esencia de mis flores,
mi mira de poeta,
mi juventud, adiós!

Manuel Acuña

Nota: El poeta se suicidó a los 24 años por causa de este fatal amor con una mujer casada.