viernes, 26 de agosto de 2016

El desarrollo de una pregunta... Primera parte

Observación
Los estados emocionales y las exaltaciones repentinas que él genera van más allá de lo que provoca una simpatía o una amistad.

Antes incluso de conocer formalmente al sujeto de estudio, ella ya presentaba síntomas ocasionales de dichos cambios hacia él, también llamados "atracción". Pero de manera poco notable o definida a causa de la falta de interacción con él.

Un periodo de observación de un par de años, tras un gradual aumento de interacción (en un principio no intencionado, y a últimas fechas intencionado), ha conducido al desarrollo de algunas hipótesis al respecto.

Inducción
El sujeto presenta conductas aleatorias, las llamadas "señales cruzadas", definiéndose a grandes rasgos como momentos que parece mostrar interés en ella, y otros en que pareciera que le fuese totalmente indiferente.

Hipótesis
Esto suele ser síntoma de la llamada "zona del amigo(a)", definida como la simpatía limitada que el sujeto puede, en este caso, sentir hacia ella. La cual, por ciertas conjeturas, parece ser la más probable de las hipótesis.

Otra hipótesis, más optimista, pero relativamente menos probable, es que el sujeto de estudio presente una mezcla de factores, tales como: una agenda ocupada, cierto grado de timidez, algún trauma emocional (vinculado con el apego afectivo a alguna relación previa, sea que haya finalizado en buenos o malos términos), o que no tenga interés en establecer una relación afectiva en estos momentos y qué sean las razones de su conducta errática, que, aunque sí tenga interés en ella y algo más que simpatía hacia ella, no lo demuestra de forma inmediata.

Pruebas experimentales
Se cree que con preguntar al sujeto sobre su condición emocional en dirección a ella se puede finalmente conducir a un resultado que pueda detener la ansiedad producida por la falta de congruencia en las evidencias.

Se buscará, de preferencia, establecer el intercambio de información de manera verbal como prioritaria y la escrita cómo último recurso, por la preferencia personal que presenta ella hacia la interacción natural por sobre los medios electrónicos.

La conducción de la pregunta no lleva fines comprometedores como establecer una relación con él. La pregunta busca sólo eliminar lo ansiedad generada por la duda. El no conocer la respuesta genera una hiperactividad emocional y mental que tal vez sólo se está desperdiciando al generarse falsas expectativas, mejor conocidas como "ilusiones", con dicho sujeto. Pero si la respuesta es afirmativa, tampoco se descarta la posibilidad de una relación.

Pase lo que pase, se aceptarán los resultados de forma positiva.

Resultados
Pendientes...

Conclusión
Pendiente...


Anne Helle Sylve




miércoles, 3 de agosto de 2016

Vos

Vos,
No se cómo has llegado a mi vida,
cómo has ido soltando mis viejos anclajes,
o cómo has ido ocupando mi mente...

O tal vez si sé?
Mentiría si negara la primera vez 
que mi mirar se topó con vos,
y esos lindos ojos...

En un evento incidental,
la voz de vos surgió,
con un argumento interesante,
con un timbre inconfundible...

Así, de vez en vez vi a vos de lejos,
sin choque de miradas,
sin cruce de palabras,
sin saber su nombre...

Un día sin previo aviso,
el devenir inicio un juego,
en una notificación aquel nombre surgió,
nombre que de entrada pareciera que acecha...

Presa soy de crecientes ansiedades...
La presencia y ausencia de vos,
siempre tan constante y aleatoria,
ha empezado a conducir un agote mental...

Presa soy de un extraño juego...
Juego que ha empezado a minar el pasado,
y escribir un destino incierto,
destino que me ha empezado a quitar el sueño...

Presa soy de ese destino incierto...
Las dudas me sobrecogen,
y solo puedo preguntar:
De mi, ¿qué querés vos?

Anne Helle Sylve