lunes, 31 de diciembre de 2012

Nos hicieron creer...


"Nos hicieron creer que el “gran amor”, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.
Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos. Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad. No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.

Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto... cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de tí, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia, se practica a plena luz del día..."

~ John Lennon.



martes, 25 de diciembre de 2012

Instrucciones para subir una escalera


Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso. Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie). Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

Julio Cortázar

domingo, 9 de diciembre de 2012

The Artist

ONE evening there came into his soul the desire to fashion an image of The Pleasure that Abideth for a Moment. And he went forth into the world to look for bronze. For he could think only in bronze.

But all the bronze of the whole world had disappeared, nor anywhere in the whole world was there any bronze to be found, save only the bronze of the image of The Sorrow that Endureth For Ever.

Now this image he had himself, and with his own hands, fashioned, and had set it on the tomb of the one thing he had loved in life. On the tomb of the dead thing he had most loved had he set this image of his own fashioning, that it might serve as a sign of the love of man that dieth not, and a symbol of the sorrow of man that endureth for ever. And in the whole world there was no other bronze save the bronze of this image.

And he took the image he had fashioned, and set it in a great furnace, and gave it to the fire.

And out of the bronze of the image of The Sorrow that Endureth For Ever he fashioned an image of The Pleasure that Abideth for a Moment.

Oscar Wilde


sábado, 8 de diciembre de 2012

La culpa es de uno

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algun modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aqui habia hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aqui habia apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomas lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha

creo que tenes razon
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lobregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

Mario Benedetti


sábado, 24 de noviembre de 2012

De mi cordura...

Me estoy ahogando en una existencia tan plana e insípida, 
¿dónde están los agridulces momentos que me salvaban
 de ésta terrible agonía de frustrante monotonía?

¡Oh miserable presente! parecieras tener un ciclo constante en mi día a día, 
exasperas a mis ilusiones y lentamente se diluyen en esa infernal rutina.

Tanta desidia, tanta melancolía me envuelve en un manto de impía desgracia.

La vida se torna en ráfagas intercaladas 
de debilidad, tristeza, ira, desgane e impotencia, 
todas orillándome cada vez con más presteza al desquicie de mi razón.

Pareciera ser, que un castigo irrumpe en mi vida, y
 puede que yo misma sepa la razón o no, 
o quizá simplemente es un capricho del azar, ¿o será acaso una prueba?

No sé, en estos momentos me acoge una sensación de ebriedad, 
es como si tuviera sobrecargado el encéfalo, 
con ésta variedad de pensamientos y memorias, 
que están empezando a tener serias repercusiones en mi buen juicio, 
tal pareciera que mi cordura empieza a deslindarse de mi. 

Pobrecilla, hasta cierto punto la comprendo. 
Tener que lidiar con un tormentoso océano de pensamientos contradictorios no es nada sencillo, 
y puede que esa desdichada cordura ya este harta de tratar con ese caótico escenario...


Anne Helle Sylve



miércoles, 21 de noviembre de 2012

"No era mejor que yo"


Lo vi, con tanto brío,
Atravesando ufano el letargo
Susurrando a oídos de piedra,
Enredado entre formas de asfalto.

Su adlátere existía sin un poro de esplendor,
Sin siquiera una sonrisa espuria,
Vamos, que yo sabía,
¡Ella no era mejor que yo!

Sólo tenían que verla,
Ni siquiera iba brillando
Y ya escindía mis quimeras.

Lo vi, con tanto encanto,
Velando su aire,
Cuidando su cielo,
Ciego y tonto atrapado.

Todo por esa dama de fábrica,
La dama de los aspavientos.

Las preguntas me obcecaron,
¿Qué habría sido de nuestro fuego?
¿Cómo pude haber sido yo la que escriba de nuestros duelos?

No valía la pena, ya habíamos bajado el telón,
Quizá ya pronto la amaría,
Y mira… ¡eso que no era mejor que yo!

Eve Rugel

viernes, 16 de noviembre de 2012

Rostro de Vos

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.

Sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición.

Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
Yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.

Y es una soledad
tan desolada.

Mario Benedetti

lunes, 12 de noviembre de 2012

Quiero creer que estoy volviendo

Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo
hay tanto siempre que no llega nunca
tanta osadía tanta paz dispersa
tanta luz que era sombra y viceversa
y tanta vida trunca
vuelvo y pido perdón por la tardanza
se debe a que hice muchos borradores
me quedan dos o tres viejos rencores
y sólo una confianza
reparto mi experiencia a domicilio
y cada abrazo es una recompensa
pero me queda / y no siento vergüenza /nostalgia del exilio
en qué momento consiguió la gente
abrir de nuevo lo que no se olvida
la madriguera linda que es la vida
culpable o inocente
vuelvo y se distribuyen mi jornadalas
manos que recobro y las que dejo
vuelvo a tener un rostro en el espejo
y encuentro mi mirada
propios y ajenos vienen en mi ayuda
preguntan las preguntas que uno sueña
cruzo silbando por el santo y seña
y el puente de la duda
me fui menos mortal de lo que vengo
ustedes estuvieron / yo no estuve
por eso en este cielo hay una nube
y es todo lo que tengo
tira y afloja entre lo que se añora
y el fuego propio y la ceniza ajena
y el entusiasmo pobre y la condena
que no nos sirve ahora
vuelvo de buen talante y buena gana
se fueron las arrugas de mi ceño
por fin puedo creer en lo que sueño
estoy en mi ventana
nosotros mantuvimos nuestras voces
ustedes van curando sus heridas
empiezo a comprender las bienvenidas
mejor que los adioses
vuelvo con la esperanza abrumadora
y los fantasmas que llevé conmigo
y el arrabal de todos y el amigo
que estaba y no está ahora
todos estamos rotos pero enteros
diezmados por perdones y resabios
un poco más gastados y más sabios
más viejos y sinceros
vuelvo sin duelo y ha llovido tanto
en mi ausencia en mis calles en mi mundo
que me pierdo en los nombres y confundo
la lluvia con el llanto
vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo.


Mario Benedetti

jueves, 8 de noviembre de 2012

Everything seems like a far dream...


Being in your arms, feeling your hands, kissing your lips,
forgetting the world and the reality for a while,
and, at same time, thinking about everything.

Being with you was like if I could be free,
and have feelings without the sensation of being on a prision.
I was free, I was my way.

Now, I got back to my old, melancholic and cyclic life,
I wish I could have the dream longer.
It was like a drug, an adiction that I haven't had before,
Something about you, everything about you,
I just couldn't take out of me..

And everything seems like a far dream...


Anne Helle Sylve



domingo, 4 de noviembre de 2012

Hamlet's Soliloquy / Soliloquio de Hamlet

To be, or not to be--that is the question:
Whether 'tis nobler in the mind to suffer. The slings and arrows of outrageous fortune or to take arms against a sea of troubles and by opposing end them.

To die, to sleep--
No more--and by a sleep to say we end the heartache, and the thousand natural shocks that flesh is heir to. 'Tis a consummation devoutly to be wished. To die, to sleep--
To sleep--perchance to dream:
Ay, there's the rub,

For in that sleep of death what dreams may come when we have shuffled off this mortal coil, must give us pause. There's the respect that makes calamity of so long life.

For who would bear the whips and scorns of time, th' oppressor's wrong, the proud man's contumely the pangs of despised love, the law's delay, the insolence of office, and the spurns that patient merit of th' unworthy takes, when he himself might his quietus make with a bare bodkin?

Who would fardels bear, to grunt and sweat under a weary life, but that the dread of something after death, the undiscovered country, from whose bourn no traveller returns, puzzles the will, and makes us rather bear those ills we have than fly to others that we know not of?

Thus conscience does make cowards of us all, and thus the native hue of resolution is sicklied o'er with the pale cast of thought, and enterprise of great pitch and moment with this regard their currents turn awry and lose the name of action.

William Shakespeare
¡Ser, o no ser, esta es la cuestión!
¿Qué es más elevado para el espíritu:
entre sufrir los tiros penetrantes de la fortuna impía, o rebelarse contra un mar de calamidades, y haciéndoles frente desaparecer con ellas?

¡Morir! Dormir…
¡No más!¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne! ¡He aquí un término devotamente apetecible!¡Morir… dormir!
¡Dormir… tal vez soñar!
Sí, y ved aquí el grande obstáculo;

Cuando del mundo no percibamos ni un rumor, porque el conciderar qué sueños podrán ocurrir en el silencio del sepulcro, cuando hayamos abandonado este despojo mortal, es razón harto poderosa para detenernos.
¡He aquí la consideración que da existencia tan larga al infortunio!

¿Quién, si esto no fuese, aguantaría sufrir los ultrajes y desdenes del mundo, del tiempo el implacable azote, del fuerte la injusticia, del soberbio el áspero desdén, las angustias de un desairado amor, las demoras de la ley, del empleado la insolencia, las vejaciones que el paciente mérito recibe del hombre indigno; cuando uno mismo podría procurar su reposo alzando una punta de acero?

¿Quién querría llevar tan duras cargas, gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa, si no fuese por el temor de que exista alguna cosa más allá de la muerte, aquel país que todavía está por descubrirse, esa región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno, temor que perturba nuestra voluntad y nos impulsa a soportar aquellos males que nos afligen, antes que lanzarnos a otros de que no tenemos seguro conocimiento?

Así ¡oh conciencia! de todos nosotros haces unos cobardes, y así los primitivos matices de la valentía desfallecen ante los barnices pálidos de la prudencia, y las empresas de mayores alientos e importancia, por esta sola consideración tuercen su curso, no se ejecutan, y se reducen a designios vanos.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Apologia / Apología

Is it thy will that I should wax and wane,
Barter my cloth of gold for hodden gray,
And at thy pleasure weave that web of pain
Whose brightest threads are each a wasted day?

Is it thy will- Love that I love so well-
That my Soul's House should be a tortured spot
Wherein, like evil paramours, must dwell
The quenchless flame, the worm that dieth not?

Nay, if it be thy will I shall endure,
And sell ambition at the common mart,
And let dull failure be my vestiture,
And sorrow dig its grave within my heart.

Perchance it may be better so- at least
I have not made my heart a heart of stone,
Nor starved my boyhood of its goodly feast,
Nor walked where Beauty is a thing unknown.
(...)

Oscar Wilde (Ireland, 1854 - 1900)
The fourth movement / El cuarto movimiento
¿Es tu voluntad que yo crezca y decline?
Trueca mi paño de oro por la gris estameña
y teje a tu antojo esa tela de angustia
cuya hebra más brillante es día malgastado.

¿Es tu voluntad -Amor que tanto amo-
que la Casa de mi Alma sea lugar atormentado
donde deban morar, cual malvados amantes,
la llama inextinguible y el gusano inmortal?

Si tal es tu voluntad la he de sobrellevar
y venderé ambición en el mercado,
y dejaré que el gris fracaso sea mi pelaje
y que en mi corazón cave el dolor su tumba.

Tal vez sea mejor así -al menos
no hice de mi corazón algo de piedra,
ni privé a mi juventud de su pródigo festín,
ni caminé donde lo Bello es ignorado.
(...)

Continuities


"Nothing is ever really lost, or can be lost,
No birth, identity, form--no object of the world.
Nor life, nor force, nor any visible thing;
Appearance must not foil, nor shifted sphere confuse thy brain.
Ample are time and space--ample the fields of Nature.
The body, sluggish, aged, cold--the embers left from earlier fires,
The light in the eye grown dim, shall duly flame again;
The sun now low in the west rises for mornings and for noons continual;
To frozen clods ever the spring's invisible law returns,
With grass and flowers and summer fruits and corn."

~Walt Whitman

viernes, 2 de noviembre de 2012

La pequeña muerte...


No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.

Eduardo Galeano
El libro de los abrazos

jueves, 1 de noviembre de 2012

Tranquilízate!

¿Que reaccione? ¿Que me tranquilice? ¿Que me serene? Siempre creen ayudar diciendo lo que debería uno hacer, pero no preveen o no entienden la necesidad de explicar el cómo.

Tal vez ellos pasaron por esto mismo, o quizá no tengan ni idea, y quizá se mostraban más angustiados de lo que yo lo he expuesto. Entonces, ¿cómo no desesperarme? ¿cómo no perder la tranquilidad, sin saber que hacer?

Hay muchos humanos por el mundo, que simplemente dejan que las cosas fluyan sin hacer ninguna intervención, pero, ¿qué hay de esos pobres desgraciados que no se conforman con esa actitud?, esos necios que se atormentan, casi como masoquistas, pensando, indagando, tratando de buscar soluciones por si mismos, sólo para sentir unas frustrantes palmadas en la espalda y escuchar una frase como "tranquilízate".


Anne Helle Sylve