sábado, 24 de noviembre de 2012

De mi cordura...

Me estoy ahogando en una existencia tan plana e insípida, 
¿dónde están los agridulces momentos que me salvaban
 de ésta terrible agonía de frustrante monotonía?

¡Oh miserable presente! parecieras tener un ciclo constante en mi día a día, 
exasperas a mis ilusiones y lentamente se diluyen en esa infernal rutina.

Tanta desidia, tanta melancolía me envuelve en un manto de impía desgracia.

La vida se torna en ráfagas intercaladas 
de debilidad, tristeza, ira, desgane e impotencia, 
todas orillándome cada vez con más presteza al desquicie de mi razón.

Pareciera ser, que un castigo irrumpe en mi vida, y
 puede que yo misma sepa la razón o no, 
o quizá simplemente es un capricho del azar, ¿o será acaso una prueba?

No sé, en estos momentos me acoge una sensación de ebriedad, 
es como si tuviera sobrecargado el encéfalo, 
con ésta variedad de pensamientos y memorias, 
que están empezando a tener serias repercusiones en mi buen juicio, 
tal pareciera que mi cordura empieza a deslindarse de mi. 

Pobrecilla, hasta cierto punto la comprendo. 
Tener que lidiar con un tormentoso océano de pensamientos contradictorios no es nada sencillo, 
y puede que esa desdichada cordura ya este harta de tratar con ese caótico escenario...


Anne Helle Sylve



No hay comentarios:

Publicar un comentario